El documental animado aparece como una posibilidad para construir relatos desde la realidad cuando esta no puede ser registrada. Es una alternativa narrativa. Pero, las películas de esta sección nos muestran que el documental animado es bastante más que un recurso de registro. Hay una tradición de relacionarse con el cine de forma material, de dibujar en el celuloide, de rasgar, de arrancar, cortar, raspar, en fin, intervenir físicamente el material sensible, o el material digital. Ese juego con la materia, sea palpable o binaria, marca este conjunto de películas que desde lo formal muerden la realidad, las realidades.